Con un nutrito gruppo di iscritti – tanto che si è dovuto chiudere le iscrizioni prima del tempo, per via della capienza dell’aula! – ritorna questa cosa qui sull’autobiografia che porto in giro dall’inizio del 2015.
Domani si partirà leggendo in classe anche Felisberto Hernández, uno che sull’autobiografia qualche cent da spendere proprio ce l’ha, eh.
Todos estos recuerdos vivían en algún lugar de mi persona como en un pueblito perdido: él se bastaba a sí mismo y no tenía comunicación con el resto del mundo. Desde hacía muchos años allí no había nacido ninguno ni se había muerto nadie. Los fundadores habían sido recuerdos de la niñez. Después, a los muchos años, vinieron unos forasteros: eran recuerdos de la Argentina. Esta tarde tuve la sensación de haber ido a descansar a ese pueblito como si la miseria me hubiera dado unas vacaciones.
(Da F. Hernández, “El corazón verde”)